Víctor Carrasco: “El teatro es pura vitalidad”
Entrevistamos al reconocido director teatral chileno que pronto estrena de manera presencial en el Teatro Camino la exitosa obra que marcó el año 2020 con el inicio del teatro virtual en Chile y que fue vista por cerca de 12 mil personas a través de Zoom.
La obra cuenta con las actuaciones de Héctor Noguera, Paulina Urrutia, Natalia Valdebenito, Francisca Gavilán y Pedro Campos, quienes interpretan a un grupo de personas que se reúnen para hablar de las fantasías que han ido construyendo diariamente, y durante años, en su imaginación. Historias creadas en las constantes ensoñaciones que mantienen despiertos y que representan verdaderas vidas paralelas. Cinco personajes que padecen la poco conocida condición de “ensoñación excesiva”.
Víctor Carrasco dirige la obra del dramaturgo sueco Marcus Lindeen (Los Arrepentidos), un texto basado en testimonios recogidos a través de Skype, a un grupo de personas que viven esta condición que por momentos los margina.
Mentes Salvajes fue un hito, porque fue una de las primeras obras que hubo por zoom. Ahora se va a estrenar de manera presencial en el Teatro Camino ¿Cómo fue que decidiste montar este texto de Marcus Lindeen y hacerlo en formato virtual? Y ¿Cómo ha sido este proceso de llevarla a la presencialidad?
Lo primero es que la obra la conocí a partir de Los arrepentidos, en el año 2018, Marcus Lindeen me entregó esta obra y me comentó que era una obra que era particular; primero por el formato, es una obra corta, no se acostumbra a escribir ese tipo de obras, con esa duración. Por otro lado, él la había presentado en lugares no tradicionales. A propósito de que se va a estrenar en Europa, en Milán, en París y en Estocolmo, una trilogía Mentes Salvajes, Los arrepentidos y la tercera obra de Marcus, que yo estreno el próximo año, que se llama La aventura invisible, por primera vez la está pensando para un espacio tradicional, vale decir, para un teatro. En ese momento, cuando la estrenó en Estocolmo y luego se dio en Nueva York, eran espacios no tradicionales. Eso me llamó la atención porque Marcus trabaja con testimonios, la primera cosa que me pareció muy interesante, él busca a las personas que están detrás de esos relatos, se entrevista con esas personas, hace un trabajo de investigación muy interesante con respecto al material que le brindan esas personas y lo que significa lo que esas personas están viviendo, experimentando. Luego construye una obra, en el caso de Los arrepentidos fue transcribir el encuentro que estas dos personas tuvieron la primera vez que se conocieron.
Con Mentes Salvajes lo que hizo fue vincularse con las personas que padecen esta condición, porque no es una enfermedad, no es un trastorno, es una condición. La medicina todavía no la ha catalogado dentro de las enfermedades, que padecen la condición de ensoñación compulsiva. La ensoñación compulsiva es un raro desconecte de la realidad y eso me gustó mucho también; esa extraña desconexión de la realidad que te hace estar la mayor parte del día despierto, pero conectado con un mundo que está en tu imaginación, en tu mente, y que tienen casi una vida propia y paralela. Puede ser incluso una persona muy distinta a ti, de otra edad e incluso de otra época. Estas personas que padecen esta condición están conectadas con eso, eso me pareció súper interesante y super extraño. Él conoció esto a través de foros en internet, busca en foros cosas que le parecen interesantes. Él es periodista de formación, entonces encontró este foro, entró y luego contactó a las personas en particular que le parecieron más interesantes, les hizo una entrevista a través de Skype, que también eso me sorprendió mucho, porque todo se hizo a partir de una plataforma. Él ha conocido de las cinco personas solamente a dos personalmente y reunió estos relatos. No los hizo hablar entre ellos, cómo es la obra, que finalmente es una conversación, sino que él construyó el diálogo, o la situación dramática y luego esto lo interpretaron, no necesariamente actores, que eso es otra cosa interesante, el teatro de Marcus; él trabaja con personas que se acerquen a esa verdad testimonial que él quiere presentar.
Con todo esto en la cabeza yo me quedé muy enganchado y como me entregó la obra en el 2018 inmediatamente la traduje, trabajo con Constanza Brieba desde hace mucho tiempo, que es traductora, directora, actriz. Es algo que a mí me parece sumamente importante, yo nunca trabajo a partir de una traducción ya hecha o publicada, sino que me gusta trabajar a través de una nueva producción o si hay una muy buena traducción, poder revisarla con el original y que eso lo haga un traductor, eso me parece que es vital y lo he hecho así desde hace mucho tiempo, cuando comencé a trabajar con textos no en lengua española.
Entonces tenía la obra en carpeta y se suspendió por la pandemia. El proyecto que yo tenía para marzo en GAM. Era una obra muy extraña, curiosamente también, y esas sincronías son por decir lo menos, interesantes. Era obra corta de María Asunción Requena, que se llama La Alambrada, que me pareció sumamente interesante. En general la dramaturgia de María Asunción Requena, una autora un poco desconocida para los chilenos lamentablemente, porque es una gran autora, tiene una obra en formato corto que descubrió Juan Andrés Piña, la investigación que hizo para la publicación. La alambrada es una obra también curiosa y extraña, no debe durar más de 40 minutos, lo mismo que Mentes Salvajes, lo mismo que La voz humana, que también es otra obra curiosa en un formato extraño. Yo le pedí a Carla Zúñiga que escribiera una especie de secuela de La alambrada, tomando a los 3 personajes e imaginándolos en otro tiempo, ese era nuestro proyecto, proyecto Patagonia, porque como la mayor parte de la obra de María Asunción Requena, si no toda, ocurre en la Patagonia, ocurre en el sur. En eso estábamos, cuando nos dicen que se suspende todo, todos estábamos muy impresionados obviamente por lo que estaba ocurriendo, pensando que esto se terminaba muy pronto y a los pocos días que recibo el llamado en donde me informaban eso, presenté el proyecto a GAM para probar con Mentes Salvajes en Zoom. Yo lo había conversado con un amigo, que se manejaba muy bien en el Zoom, me dijo: “Es perfectamente posible, la obra es una obra muy sencilla”, eso también me gustaba mucho. La obra al llevarla al Zoom no tuvo ningún cambio, fue tal cual como fue escrita, hablé con Marcus, a quien le gustó mucho la idea. Lo interesante del Zoom es que Marcus estuvo presente en algunos de los ensayos, conversó con el equipo completo, con una traductora, eso enriqueció muchísimo el trabajo. Encontrándole lo positivo a todo eso terrible que estábamos viviendo. El proyecto se armó en muy poco tiempo, y en menos de dos semanas estaba todo listo para empezar a ensayar, el equipo completo, los actores, la autorización de Marcus, GAM aceptando el proyecto. Fue un bonito momento porque en esa situación en particular estábamos muy acongojados y muy presos de la incertidumbre, entonces fue una bonita experiencia.
¿Hay algún cambio en esta nueva versión o en esta versión presencial? o ¿se mantiene tal cual el texto y todo el contenido?
El texto se mantiene tal cual. Al introducir el texto hay algunas frases, que convenimos con Marcus, que van a ser necesario decir, tal cual como ocurrió en la versión online. Es el texto completo, no tiene ningún cambio y ahora es tal cual como él la imaginó; una reunión en la que se juntan cinco personas que padecen la misma condición y comentan y hablan de lo que les está ocurriendo, es nada más que eso.
Perfecto y tú como director ¿cuál es el aporte en la puesta en escena para esta versión presencial? ¿va a haber algún aspecto de la escenografía? o ¿va a ser totalmente neutro cómo fue la obra online?
La teatralidad, y el hecho de trasladarse a un espacio teatral, a pesar de que el teatro Camino es un espacio bastante no tradicional, en términos de que tiene una arquitectura que a mí me parece super interesante, que sea circular, favorece muchísimo a esta obra, que sea un espacio relativamente pequeño. Es un teatro, que en tiempos normales aproximadamente 200 personas creo que caben ahí, obviamente ahora el aforo es reducido. Si va a haber un tratamiento de la iluminación, eso va a ser importante y algo audiovisual también, que es más bien como una sorpresa de la puesta en escena, que también va a ser importante. A mí, en lo personal, me está resultando interesante indagar en el elemento audiovisual, como un aspecto más de la teatralidad, y como parte de la puesta en escena. Yo te diría que esos son dos detalles. Por mi parte el respeto a la sencillez, a la simpleza de la obra y a la contundencia que tienen las experiencias de cada uno, es lo que voy a privilegiar.
¿Hay un cambio en el elenco?
Hay un cambio. Lamentablemente Gabriel Cañas se va de gira, afortunadamente por él, se va de gira con Bonobo, con su compañía, no puede estar y se incorporó Pedro Campos y me tiene súper contento, porque yo he trabajado o trabajé durante mucho tiempo con su madre. Conozco a Pedro desde muy chico y me parece muy bonito poder trabajar con él en esta oportunidad. Me gustó mucho que aceptara la invitación y que esté ahí, es bonito, es continuar algo que me parece muy interesante.
¿Cuáles son los aspectos que te llaman la atención de la temática de la obra? sobre todo pensando en el tema de la ensoñación, los sueños, esa forma que tiene que ver con los mundos propios de cada personaje, ¿Qué fue lo que te atrajo de esa temática que aborda la obra?
Eso es algo que tiene mucho que ver con Marcus y con el contacto que sigo manteniendo con él. Felizmente se ha ido desarrollando una relación artística y a estas alturas, personal, muy interesante. Admiro mucho su dramaturgia, más bien su manera de crear y de enfrentar el teatro. Me parece sumamente interesante, porque hay algo en lo testimonial, que me parece importante y un desafío que propone su teatro, que en lo personal me parece muy estimulante, qué tiene que ver con qué hacer con ese testimonio, cómo apropiarse de ese testimonio y filtrarlo por algo propio, por algo personal y a partir de eso, construir un relato. Entonces no está la idea del personaje tradicional y no está la idea de la situación dramática tradicional, sino que más bien él construye a partir justamente estos episodios de vida, que tienen mucho que ver con sueños, en este caso ensoñaciones y sueños, anhelos, deseos de vivir la vida que se tiene, pero también otra. En ese sentido tiene algo muy contemporáneo y que justamente habla de incertidumbre, de ganas de resolver cosas que son difíciles para todes. Creo que hay algo importante en su dramaturgia, en su manera de hacer hablar a esas personas que él captura, de alguna forma, y que pone en la dramaturgia y que luego lleva a escena, a partir de un relato sumamente humano y por lo tanto también muy reconocible. Esa manera que se ajusta a una forma de trabajo que yo venía realizando desde hace un tiempo y que justamente tiene que ver con tratar de dejar de lado las herramientas tradicionales de la interpretación, tratar de limpiarla lo más posible y de buscar o repensar qué es hoy día la verdad en escena, qué significaría hoy día el realismo. Me parece sumamente interesante esa manera de reflexionar en torno al teatro y a la manera de hacer el teatro.
¿Cuál fue el mayor desafío para ti cuando tuviste que montar la obra online?, que obviamente era algo nuevo, pensando también en las restricciones que había y que era una obra basada en el texto y que como director no había mucho espacio para explorar, con todo el tema de puesta en escena y dirección. ¿Cómo ves las complejidades qué tuviste que pasar la vez anterior, aprovechando la presencialidad en esta instancia?
Cuando pensé en hacer la obra online, siempre se me pasó por la mente que no cualquier obra podía ocurrir en la virtualidad, sobre todo con la restricción de las pantallas, tal cual como estamos conversando aquí. L o maravilloso que tenía Mentes Salvajes, es que se ajustaba justamente a esto, a lo que está ocurriendo ahora entre los dos en este minuto. Es una conversación en donde tú en tu casa y yo en la mía, nos conectamos y empezamos a dialogar sobre un tema en particular. La diferencia la hace el tema y la complejidad de ese tema. Desde ese punto de vista estaba el encontrar un espacio, el empezar a buscar como era nuestro trabajo en esas circunstancias particulares, en el encierro.
Por otro lado también estaba un componente que no deja de ser importante para mí y para el resto del equipo fue muy importante, y tiene que ver con el mantenerse en contacto en comunidad, en esos momento donde no podíamos salir, en esos momentos donde no había ninguna posibilidad de encontrarnos. Eso me parece que es sumamente significativo y fue muy significativo en ese tiempo, porque nos juntábamos todos los días y lo primero que hacíamos era hablar de cómo estábamos, de cómo nos estábamos sintiendo frente a todo lo que estaba ocurriendo. Las cifras de contagiados y de muertos en ese momento eran escalofriantes, estábamos todos muy asustados, había mucha incertidumbre. Lo que en algún momento se decía que iba a durar muy poco, empezó a extenderse, ni se hablaba todavía de la vacuna, nadie sabía exactamente cómo esto se podía verdaderamente prevenir. Toda esa angustia e incertidumbre fue parte del material con el que trabajamos. Por otro lado, había que trabajar frente a una cámara, actuar frente a una cámara, a pesar de que todos los integrantes de Mentes Salvajes tenían mucha experiencia, pero es muy distinto estar frente a una cámara fija, de alguna manera a muchas restricciones, que sí o sí te obligaban a volcarte hacia algo interior, hacia encontrar algo que justificara ese texto. Ese trabajo de dirección a mí me pareció sumamente interesante.
Nunca tuve la intención de hacer nada que acercara esto a lo audiovisual. Primero porque en lo personal y eso es muy personal, creía que las condiciones de esta plataforma en particular no daban para los efectos, que no son buenos, técnicamente obedece a una cuestión que es súper simple, pero muy significativa, que es mantenerse en contacto, hacer reuniones y Mentes Salvajes era eso. Yo no tenía ninguna intención de hacer una indagación audiovisual, porque en lo personal no es algo de mi interés. Yo quería que esos testimonios fuesen lo suficientemente potente para cada uno de los intérpretes y de esa manera poder traspasar la pantalla y llegar, y mostrar esa situación tan poco común y que los espectadores se interesaran en eso y quisieran escuchar a estas personas que tenían esas vidas paralelas. Creo que ese era el desafío mayor y por el contacto que tuvimos con la gente en los conversatorios, lo que ocurría con los comentarios, creo alegremente y modestamente que lo logramos. Fue mucha gente la que nos vio, tuvimos una temporada casi como teatral, teníamos funciones en directo, siempre se dio en directo, tuvimos funciones en directo de jueves a domingo. Fue muy especial la verdad. Ahora que lo pienso y lo veo en perspectiva, me sorprende mucho cómo fuimos capaces de hacerlo y lo teatral que tenía. Nos juntábamos antes, conversamos, nos tomábamos un té mientras nos estábamos preparando, vale decir, equivalía a un camarín. Luego venía la función, en ese momento, en la función era entregarse, al igual que en el escenario, a que todo salga, que todo fluya. Nunca tuvimos un problema de comunicación, vale decir, de la señal, los micrófonos funcionaron. Siempre fluyó y luego después de la función nos quedábamos conversando un rato, los que querían, se seguían quedando y nos tomábamos una copa de vino, como si fuéramos al Liguria después de la función. Todo era muy parecido, pero no era lo mismo obviamente.
Ahora, lo que va a ocurrir, por ejemplo, es que hay dos personas en el equipo que nunca se han visto en vivo y en directo, se van a ver por primera vez ahora que empezamos a ensayar en presencial. Eso me parece muy bonito también. Hay mucha gente a la que no veo hace mucho tiempo y que vamos a reencontrarnos para trabajar.
Creo que, por todas las dificultades, por todas las vicisitudes y también por el momento en el que estamos, en el momento político, en el momento humano en el que nos encontramos, creo que es sumamente significativo hacer comunidad y hacer teatro. Es nuestra manera de expresar, es nuestra manera de relacionarnos, y es nuestra manera de mostrar algo que estamos sintiendo. Da lo mismo si la obra habla de la contingencia o no habla de la contingencia, las obras siempre hablan de una contingencia y esa contingencia se puede extrapolar, tengo esta idea. Creo que va a ser muy interesante, muy potente ahora compartir eso con el público en vivo.
Hay un tema que aborda la obra que tiene que ver con la soledad y el aislamiento y este mundo que era también muy contingente con el encierro durante la pandemia. La gente se podía sentir super identificada, surgió el tema de la salud mental y de todo lo que produjo la pandemia, ¿cómo lo ves tú pensando en esa temática que es tan potente?
La salud mental siempre me ha interesado muchísimo. Si bien es cierto hay muchas enfermedades, condiciones y trastornos que aumentaron, de hecho, algo que “favorece”, que aumenta aún la capacidad de ensoñar, a un soñador compulsivo, son las situaciones de estrés. Durante la pandemia todas las personas que padecen ensoñación compulsiva, estaban ensoñando más para desconectarse de la realidad. Justamente es algo que te permite desconectarte del presente y por lo tanto, eso se agudizó. Por otro lado, siempre he creído que los problemas de salud mental, estoy de acuerdo que se acrecentaron, aumentaron, pero siempre es una realidad muy oculta, muy grande en términos de número. Muchas veces no comunicaba, muchas veces vivía en aislamiento. Vemos que hay un candidato que hostiga a otro, pretendiendo que muestre su ficha clínica, porque supuestamente hay un problema de salud mental. A esos niveles hemos llegado, a esos niveles de atrocidad. Por lo tanto, piensa cuando una persona que tiene algún problema de salud mental escucha eso, obviamente lo que siente es: no puedo hablar de lo que me está pasando, afortunadamente lo que hace el otro candidato es, al hablar de lo que él ha vivido justamente también genera lo contrario, que es muy bueno. Creo que es muy importante hablar de eso, es muy importante hablar no solo de depresión, que quizás son los más comentados. Hablar de una gran gama de enfermedades mentales y poder visibilizar y entender que son situaciones de vida que, con un debido tratamiento, que es algo que desde el teatro podemos abogar también a que eso sea posible, que el tratamiento de la salud mental no sea un privilegio en Chile, sino que esté al alcance de todos, como se ha ido logrando con otras patologías. Me parece sumamente importante que eso empiece a abrirse. Incluso conversamos con un neurólogo durante el proceso y el neurólogo nos decía que se conoce muy poco, se ha escrito muy poco sobre esta condición, durante mucho tiempo, incluso se le asociaba a la esquizofrenia, incluso en cuestiones que parecen tan simples y tan cotidianas, la salud mental está un poquito más atrás, en el sentido de que está permanentemente renovándose y permanentemente actualizándose, para tratar de ayudar a las personas que padecen algún tipo de trastorno. Es muy importante que sigamos en esa senda, que sigamos hablando y visibilizando.
¿Qué le podrías decir a la gente para que vaya a ver la obra?
Van a ver a cinco muy buenos actores, que yo creo que es sumamente importante. Por otro lado, es un trabajo hecho desde la dirección con mucho cariño, con mucho respeto al texto, como siempre lo hago. Es un trabajo del que me siento muy orgulloso, pero hay también un contexto que me parece que es sumamente interesante;
En la presencialidad hoy día, en todas las obras de teatro, no solamente en Mentes Salvajes. Mi invitación la quiero hacer extensivas para que la gente vaya a ver todas las obras que están en cartelera, que se maraville con el teatro, porque el teatro es para maravillarse. Yo ya empecé con la presencialidad, empecé como espectador y salgo feliz del teatro, con un momento que uno se regala, objetivamente es un regalo que uno se hace el ir a ver una obra de teatro. Las condiciones son óptimas, hay mucho cuidado, mucha seguridad.
Mentes Salvajes continúa un trabajo que tiene que ver con Los arrepentidos y que es la antesala a la tercera obra de Marcus Lindeen, que estreno el próximo año, que se llama La aventura invisible. Es una buena forma de conocer y seguir conociendo a un autor y de reencontrarnos en el teatro para poder mirarnos, sentirnos, olernos, aunque sea con mascarilla. Me parece que es sumamente importante, porque el teatro nos hace vivir y no solo frente a la pandemia, sino que frente a todo lo que estamos viviendo, es tener esa actitud vital, el teatro es pura vitalidad.
Ficha Artística
Título: Mentes Salvajes
Dramaturgia: Marcus Lindeen
Traducción: Constanza Brieba
Dirección: Víctor Carrasco
Elenco: Paulina Urrutia, Héctor Noguera, Natalia Valdebenito, Francisca Gavilán y Pedro Campos.
Producción: Loreto Araya
Música original: Fernando Milagros
Diseño integral: Cristian Reyes
6, 7, 13 y 14 de noviembre de 2021, a las 20:00 horas
Teatro Camino
Antupirén 9400, Peñalolén.
Las entradas están disponibles en el sitio web teatrocamino.cl y el valor es de $8.000.
El teatro cuenta con un protocolo sanitario y pedirá a todos los asistentes el pase de movilidad, junto al cumplimiento de uso de mascarilla obligatoria, toma de temperatura y distanciamiento indicado en la sala, entre otras acciones.
November 18, 2022