Compro la entrada en la boletería del Teatro Nacional (presencial, quiero todo presencial!) porque este miércoles 11 se estrenó ahí “PAREN LA MÚSICA”.

¿Qué tienen que ver los Sieveking-Castro con este trabajo?, algo, mucho, TODO.

“PAREN LA MÚSICA” es la tercera parte de una trilogía que comenzó Sieveking en el año 2012 con la obra “TODO PASAJERO DEBE DESCENDER” y que continuó el 2019 con “TODOS MIENTEN Y SE VAN”. En ambas obras el argumento narraba el encuentro de dos viejos amigos/amores en un café; Guillermo, un escritor y Gregoria, una actriz con muchos años de oficio; ¿la ficción imita a la realidad?

Miro el bellísimo afiche de la obra (un collage que recuerda los collages de Alejandro) y recuerdo la primera vez que los conocí, audicionando en el año 1993 en ese mismo teatro para la obra “MALA ONDA” de Fuguet. Sieveking hizo la adaptación, Bélgica interpretó a la nana y profesora de Matías Vicuña (Daniel Alcaíno aún en la escuela de teatro). Mi mente vuela, mi corazón recuerda:

-Alejandro riendo a carcajadas cada vez que improvisaba y decía la palabra “poto”.

- Mi primera y única pelea con Bélgica en camarines (obviamente culpa de mi juventud y falta de oficio) que me hizo terminar en su departamento a altas horas de la noche bebiendo más de la cuenta.

- Su departamento, el caballito de carrusel, sus libros, sus mil adornos, los collages de Alejandro, las fotos de ellos con Víctor Jara y el Presidente Allende abrazados, jóvenes, amigos.

- “TRASNOCHADOS” la segunda obra en que compartí escenario con Bélgica.

- Muchas veces en los ensayos o funciones llevaba “La Remolienda”, “Animas de un día Claro” para pedirle a Alejandro que me las firmara y a pesar de la confianza nunca lo hice.

- Recuerdo la última vez que los vi, en su departamento, por respeto a ellos guardaré silencio, lo atesoro en mi corazón.

En “PAREN LA MÚSICA” el café está en ruinas, Guillermo murió en la anterior obra y aparece como ánima, Gregoria tiene demencia senil, el amor se mantiene, el recuerdo también.

La primera vez que me subí al escenario del Varas fue cerca de Bélgica, la última vez que ella subió a ese escenario ayudé a cargar su liviano cuerpo dentro del ataúd. Ayudé también a cargar a Alejandro saliendo de ese teatro.

En el crematorio Tito Noguera contó una anécdota: En camarines al finalizar una obra de teatro encontró a Bélgica triste, Alejandro la había retado porque ella perdió nuevamente un par de anteojos. Tito asombrado le pregunta “¿Te retó?, ¿Qué te dijo?, ella con los ojos llenos de lágrimas le respondió: “Me dijo; pero Bélgica”. Probablemente ese fue el único “impasse” en la historia de amor de esa bella pareja.

Esa historia de amor real es parte también de la trilogía, ¿el amor sigue después de la muerte?

Lo veremos en “PAREN LA MÚSICA”.

Tengo entradas para este fin de semana y sé que voy a reír, llorar y aplaudir a los teatristas involucrados en el montaje; desde ya GRACIAS a Cristián Plana (director), Nona Fernández (dramaturgia basada en las ideas y referentes de Sieveking), al tremendo elenco: Cata Saavedra (dicen que al verla es emocionante el homenaje a Bélgica interpretando ese rol), Carolina Paulsen, Ghuillerme Sepúlveda, Carolina Larenas, Felipe Zepeda, el diseño de la Yolin, la música de Damián Noguera, el maquillaje de Franklin, el maravilloso equipo de ese teatro (Meier, Boudon, Moncada, Retamal, Riquelme, Ganga, si olvido a alguien mis excusas).

Sé que los aplaudiré con el corazón apretado. Pero también sé que volveré a aplaudir a Bélgica y Alejandro.

Ellos están de vuelta, más vivos que nunca… y el teatro también.

Desde el 11 al 28 de agosto de miércoles a sábado 19:00 horas.
Sala Antonio Varas; TEATRO NACIONAL CHILENO; Morandé 25.
Entradas en venta en la boletería del teatro de miércoles a sábado entre las 16:00 y 19:00 horas. También en TICKETPLUS.

¿Valor? Sistema pandémico, paga lo que puedas: $3.000, $5.000 o $7.000.