¿Por qué las empresas están comprando catálogos musicales?
Tras la venta del catálogo musical de Justin Bieber, en CNN se preguntaron en qué momento la música se hizo tan valiosa financieramente. Hay quienes la comparan con activos como el oro o el petróleo. ¿De dónde viene esta tendencia?
Hace pocos días, Justin Bieber se unió a una lista cada vez más larga de icónicos cantantes que han llegado a acuerdos colosales para vender sus catálogos musicales -o, en algunos casos, sus derechos de autor- por cientos de millones de dólares.
Hipgnosis Song Management, empresa de gestión de canciones, señaló que adquirió los derechos de todo el catálogo musical de Bieber en una compra que "figura entre los mayores acuerdos jamás realizados para un artista menor de 70 años". Aunque no se revelaron las condiciones, Billboard informó que el valor supera los 200 millones de dólares.
La noticia se produce en medio de una tendencia que ha ido en aumento desde que Merck Mercuriadis fundó Hipgnosis en 2018 y comenzó a comprar derechos de canciones legendarias. "Lo que quería hacer en nombre de toda la comunidad de compositores es establecer realmente la música como un tipo de activo y crear un mercado", dijo Mercuriadis, comparando el valor de las canciones de éxito con el oro o el petróleo. "Quería demostrar a la comunidad financiera que estas grandes canciones tienen ingresos muy predecibles y fiables y, por tanto, vale la pena invertir en ellas".
Sin duda que Mercuriadis ha contribuido a abrir el camino en esta tendencia. En los últimos años, estrellas de diferentes generaciones han firmado acuerdos de nueve cifras para ceder los derechos de sus catálogos. Bruce Springsteen vendió sus derechos de masterización y publicación por 500 millones de dólares. Bob Dylan vendió su catálogo por 300 millones de dólares. Y artistas más jóvenes como John Legend e Iggy Azalea también han aprovechado y han llegado a atractivos acuerdos.
Entonces, ¿por qué estos acuerdos se han tomado los últimos años?
La era del streaming ha hecho que la música sea más valiosa que nunca. A principios de los años ochenta, las principales 40 radioemisoras tenían el control de las ventas de música, enviando a los fans a las tiendas a comprar CD físicos de sus artistas favoritos. Ahora, servicios como Spotify y Apple Music han revolucionado la industria musical. Y es un negocio que sigue avanzando.
"El mercado del streaming, sobre todo si pensamos a escala mundial, no ha dejado de crecer", afirma Serona Elton, ex ejecutiva de una discográfica que ahora imparte clases como profesora de industria musical en la Frost School of Music de la Universidad de Miami. "Se ha expandido a nuevos mercados a medida que bajan los costos de los teléfonos móviles y los servicios de wifi".
Al mismo tiempo, la pandemia privó a los artistas de ingresos por giras, lo que los obligó a buscar otras oportunidades de ganar dinero para ampliar su fuente de ingresos. Y las malas condiciones económicas creadas por la pandemia ayudaron a los empresarios a darse cuenta de que la música es un "activo a prueba de recesiones", dijo Elton, explicando: "Incluso si alguien pierde su trabajo, sigue escuchando música".
Mercuriadis se mostró totalmente de acuerdo: "Nuestro barómetro emocional como seres humanos está casado con la música. Si vivimos nuestra mejor vida, lo hacemos con una banda sonora musical. Y, del mismo modo, si nos enfrentamos a un reto, ya sea una pandemia o la inflación... nos reconfortamos y escapamos con estas canciones. Las canciones siempre forman parte de nuestras vidas".
Por último, está el más reciente factor TikTok. Las aplicaciones de video de formato corto han acelerado el descubrimiento de la música, ya que se hacen virales canciones antiguas, impulsando las reproducciones y provocando peaks en las descargas. Es decir, que las canciones del pasado están experimentando una nueva oleada de popularidad.
Todos estos factores están calentando el mercado. The Wall Street Journal informó que los inversores y las empresas de gestión musical "han estado comprando catálogos por hasta 30 veces sus derechos anuales promedio".
Elton señaló que existe cierto riesgo para estos artistas que venden a empresas relativamente nuevas, como Hipgnosis. A diferencia de las compañías tradicionales, estas nuevas empresas no tienen una larga trayectoria gestionando música. "Los que no participamos en la compraventa, pero estamos atentos, nos preguntamos: ¿cómo va a evolucionar esto con el tiempo?". preguntó Elton.
Pero Mercuriadis argumentó que no sólo "gestiona estas canciones con gran responsabilidad", sino que su empresa, de estilo boutique, es mejor administradora que las discográficas tradicionales. Las discográficas, dijo, suelen tener objetivos dispares, como crear nuevos éxitos, lo que podría distraerlas de la singular misión de gestionar la música antigua. Además, Mercuriadis señala que ellos gestionan grandes catálogos, no solo los concentrados en los éxitos”.
"Estamos totalmente enfocados -dijo- en gestionar las canciones que ya han sido probadas en el pasado".
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February 1, 2023