Cuando uno enfrenta a Phonique con la responsabilidad que le cabe en la vertiginosa popularización de la música electrónica desde la primera mitad de los 2000, con toda honestidad y simpatía él responde “Es posible”.

“Creo que trabajar con gente como Erlend Oye y hacer tracks con vocals fue un gran acierto, que se sintieron más accesibles para mucha gente que no estaba familiarizada con la música electrónica. Especialmente las colaboraciones con Erlend Oye, que llegaban a fans del indie y lo acústico. Creo que eso es bueno, pero no siempre es fácil porque alguna gente del negocio de los clubes me pone en el rincón equivocado y a veces cree que no funcionaré en un club porque produje música con relativo potencial pop ”, explica mientras nos alejamos del escenario de Piknic Èlectronik y el set de Red Axes para conversar tranquilamente. 

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Impresiona un poco saber que aventuras musicales tan celebradas e influyentes -especialmente en su momento- puedan tener externalidades negativas como generar prejuicios. “Con Zatar, el sello que lancé este año, me estoy concentrando en club music; cualquier cosa entre organic, deep y melodic house. Lentamente ha dado frutos. Tengo artistas muy cool en el sello y hemos obtenido buenas residencias en lugares como Ritter Butzke, uno de los clubes más cool de Berlín, con el mejor público y organización profesional. En ese momento estamos ahora”, dice Michael Vater, a.k.a. Phonique.

Como ya es de conocimiento público, Berlín respira electrónica; no tanto música pop o incluso alternativa. “Si acá es un poco al revés y la gente viene a un evento como este y lo disfruta tanto, me parece fantástico. La música siempre está cambiando y desarrollándose, pero ese proceso ha sido especialmente intenso en los últimos tres años, sobre todo durante la pandemia. Sin posibilidades de salir muchos tuvieron que migrar al streaming, y esa es una experiencia muy distinta”.

Phonique recuerda que en esa época se mantuvo viajando mucho a Rusia y otros países de Europa del Este, menos restringidos por medidas contra el Covid, y que la música que preferían allá era un melodic house no muy de su gusto por entonces. “Me hacía falta algo con más alma y calidez, pero tuve que adaptarme. Me puse a buscar tracks que pudiera disfrutar dentro de esa línea. Encontré pocos al comienzo, pero en el último tiempo he encontrado más y más. Realmente estoy disfrutando ese género. Creo que lo que escucharon hoy es una buena mezcla de ese estilo más warm y deep, con elementos de melodic house y techno. Me hace feliz la escena que se está desarrollando. Creo que hoy vimos un ejemplo perfecto de cómo está funcionando: gente joven junto a la que me ha seguido por un largo tiempo”. 

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Aprobando en cultura de club

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Por largo tiempo el dj brasileño Diogo Accioly llegaba a Chile con invitaciones a ser parte de otros eventos de Glovox, especialmente de Sundeck. Desde hace un par de años comenzó a ocupar un lugar en el cartel de Piknic Èlectronik y se volvió inmediatamente su fiesta favorita en toda Sudamérica. “Hoy empecé a tocar temprano y para ser honesto no estaba preocupado, pero… repentinamente llegó la multitud y la mayoría de mi set estuvo super lleno. Toqué un house más estricto y la gente pareció disfrutarlo”.

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La hora era perfecta para empezar con deep house y a medida que la gente se acercaba,  Diego hizo llover “banging dancefloor proper house music”. “Me gusta tocar de todo. Si eres Dj tienes tantas opciones hoy, ¿por qué cerrarse a un género?  Para mí depende de la fiesta, del lugar, de cómo me siento y de la multitud. En ese sentido Chile es muy especial para mí. Para ser honesto, me parece uno de esos países en Sudamérica que es bastante europeo en cuanto a cultura de club. Nací y vivo en Brasil, amo Brasil, pero es muy grande. Tienes muchas regiones que absorben distintos tipos de música. He estado en Valparaíso, en La Serena, en un montón de lugares y la multired siempre es igual: puedes tocar prácticamente de todo mientras sea buena música. Si es así, lo disfrutarán y vendrán a ti”, tengamos en cuenta que habla alguien que ha tocado en clubes como Watergate, Panorama Bar/Berghain y Warung . 

Con distintas palabras y acentos, tanto Diogo como Phonique coinciden en algo: mientras los sigan invitando, seguirán viniendo. 

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