Las obras de Infante siempre sorprenden en Chile y en los países en que se presenta. Su mirada original, su arduo trabajo de investigación y su puesta en escena, la convierten en una de las teatristas más interesantes de la escena nacional, sacudiendo, remeciendo y muchas veces estremeciendo nuestras cabezas y corazones.

Desde sus comienzos fue así; curiosamente su primera obra se estrenó un 18 de octubre, 20 años atrás en el año 2001.

En PRAT, la primera obra bajo su dirección (junto a María José Parga), hubo amenazas de bomba en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, lugar del estreno. Grupos de ultraconservadores incluida la Armada de Chile, sin haber visto la obra, no soportaron la mirada crítica sobre el “héroe” (sic) y la desmitificación de un joven Arturo (un recién egresado Héctor Morales) bueno para el alcohol y heterocurioseando. La polémica terminó con la salida de Nivia Palma, encargada del Fondart, quien permitió que esta obra se realizara.

Pero esa polémica e intento de censura (incluida en el documental “CHILE EN LLAMAS” de Carmen Luz Parot y en la obra de teatro “ARTURO” de Juan Pablo Peragallo, que narra justamente estos hechos) solo fue una consecuencia de la irrupción de una nueva mirada en nuestra a veces tradicional cartelera teatral.

El resto de sus obras vino a confirmar que cada trabajo sería diferente al otro; una nueva investigación, una nueva mirada y por consecuencia un nuevo remezón.

En JUANA (2004)y en CRISTO (2008) vuelve con la desmitificación de imaginarios culturales, ya sea Juana de Arco, una joven llena de voces dentro de su cabeza que le dicen que será la salvadora de Francia o la desacralización de la figura de Jesús; creado a partir de cajas de desecho.

Y así el resto de sus obras, “NARCISO”, “EL REY PLANTA”, “MULTICANCHA”, “REALISMO”; “XUAREZ” entre muchas otras.

Desde sus comienzos se pueden ver algunas diferencias con los procesos teatrales tradicionales; mientras en el teatro escondemos la investigación y los procesos de montaje; en las obras de Infante son expuestos de forma honesta sobre el escenario. Es más, forman parte del montaje mismo; disertaciones, cuestionamientos, carencias etc.

Actualmente Infante explora y propone un “teatro post antropológico” donde el ser humano no sea el centro de la creación de los montajes.

Para explicarlo mejor intentaré ejemplificar con su aplaudida obra anterior “ESTADO VEGETAL”.

- No se trata de una obra ecológica ni acerca de las plantas, el proceso de montaje es una imitación del reino vegetal.

-La dramaturgia tradicional trata de contar historias con principio, conflicto, desarrollo y final (Poética Aristotélica). Esta nueva dramaturgia al igual que las plantas es de “Ramificaciones”, su historia se ramifica en varias a partir de una “raíz” común.

-En el teatro tradicional la luz sigue a los actores, en “ESTADO VEGETAL” parece que la actriz sigue la luz tal como lo hacen las plantas para lograr su proceso de fotosíntesis.

-La historia (porque sí la hay) se cuenta de manera fragmentada a través de samplers con la propia voz de la actriz, realizados en vivo creando una polifonía propia del proceso comunicativo del mundo vegetal.

"ESTADO VEGETAL" conmueve porque se está en presencia de una experiencia nueva y sorprendente. La magistral actuación de Marcela Salinas, quien maneja a la perfección este lenguaje, nos permite viajar por este mundo entregándonos de una manera placentera y alucinante.

Marcela Salinas vuelve a estar bajo las manos de la Infante, esta vez junto a Aliosha de la Sota y Rodrigo Pérez, los tres dan vida nuevamente a una obra post antropocéntrica no humanista.

¿Cómo sería esta dramaturgia mineral?

¿Una obra “geológica”?

¿Qué resultaría de imitar a las rocas con el cuerpo de la obra?

Las respuestas están en “COMO CONVERTIRSE EN PIEDRA”, nuevamente bajo la genialidad de Manuela Infante.

La puedes ver en Centro Cultural Matucana 100 hasta el 17 de Octubre.

Jueves a Sábado – 20 hrs
Domingo – 19 hrs

Entradas General: $6.000. Estudiantes y 3ra edad: $3.000

Compra tus entradas aquí