Cómo adaptarnos a la velocidad de los cambios
Un mundo cada vez más globalizado y en constante cambio puede hacernos perder la noción de lo rápido del devenir de los aspectos a los que debemos poner más atención.
El momento es ahora, por ejemplo, para sentarnos a discutir sobre cómo las tecnologías están transformando los modelos de negocios, las energías renovables o la brecha digital. Los procesos que ocurren en estos ámbitos no van a pasar en 20 o 30 años, sino que hoy.
Por ejemplo, la cantidad de tiempo que usamos para aprender lo básico de algo está disminuyendo enormemente. Y en contrapartida, aumenta la cantidad de tiempo libre que tenemos para poder innovar. Con un movimiento más dinámico de capital, hoy existen más recursos disponibles que en cualquier otro momento de la historia de la humanidad para crear millones de startups.
La evolución es inminente como un cambio de proporciones. Y para eso, América Latina tiene una gran oportunidad, con más del 40% de población menor de 29 años y un ingreso a la educación superior que crece cada vez. No sólo se trata de una tremenda oportunidad educativa, sino que en torno a la innovación. Hoy un genio con una gran idea no se pierde en un pueblo donde no puede crecer: está conectado y puede crecer y crear.
En esta nueva revolución digital, nuestra forma de trabajar cambió y tenemos que adaptarnos. La pandemia y sus consecuencias nos obligan a priorizar lo que necesitamos, tanto a nivel personal como empresarial, y hemos aprendido que lo que va a pasar el año que viene está más allá de toda predicción, porque el mundo avanza más rápido y, muchas veces, nos enfrenta a coyunturas que no podemos avizorar.
Andrés Carey, Abogado
November 18, 2022